Luís Bravo. Poeta, performer, ensayista, investigador y docente, Luis Bravo (Montevideo, 1957) publicó poesía en libros, CDrom y Dvd, en consonancia con la multimedialidad de su arte poético. Entre sus obras más recientes destacan:
árbol veloz (libro + cdrom, 1998) http://www.bienaldepoesia-uruguay.org/museo/ algo pasa por la voz (2008) tamudando (2010, Dvd recital en vivo junto a músicos, danza, Vj)
http://www.revistalaboratorio.cl/2010/12/tamudando-de-luis-bravo-poesia-performatica-para-el-siglo-xxi/areñal:
ene topos bilingües & other sounds (2013, CD/Cdrom) con el poeta J. Bennett liquen/lichen
(2015, bilingüe inglés-español)
https://www.youtube.com/watch?v=u87qp_fuVW8Su
último trabajo es junto al trío Lengualunfa, con quienes lanzaron el CD La tinta de la yunta (Perro Andaluz, 2016) en la Sala H.Balzo del Auditorio del SODRE (Montevideo, 27.7. 2016).
Habiendo participado en Festivales Internacionales, brindando recitales y conferencias en Universidades de USA, Latinoamérica y Europa, poemas suyos fueron traducidos al francés, portugués, alemán, sueco, estonio, farsi, inglés. Premio de Ensayo con Escrituras visionarias (2007) y con Voz y palabra: historia transversal de la poesía uruguaya: 1950-1973 (2012).
Artículos suyos han sido publicados en revistas especializadas y académicas internacionales.Ha investigado y compilado la obra de los jóvenes poetas Ibero Gutiérrez (1949-1972) y Julio Inverso (1963-1999). Co-organizó dos Festivales Internacionales de Poesía en Uruguay (1993; 2006) y fue curador de Esto pasa por la voz, Poesía Multimedia (Sala Zavala Muniz, 2009). Fue invitado del International Writing Program de la Universidad de Iowa (Fall, 2012).
Ana Paula Arendt: Gracias por esta entrevista, Luis. Bien, me gustaría antes de todo felicitarlo por su trabajo. Entiendo que están en las librerías, particularmente en la librería Lautréamont, sus obras en CD “Lengualunfa” y “Areñal”, así como sus dos libros de increíble investigación sobre el trabajo de los poetas uruguayos Julio Inverso e Ibero Gutiérrez, ya fallecidos. Mencionaste también otros trabajos, incluso uno bilíngue. Cuáles son y cómo los lograste construir?
Luís Bravo: Lo que mencionas son todos trabajos de diferente índole. El Cd “Areñal: ene topos bilingües & other sounds” es una puesta en voz de textos del poeta norteamericano John Bennett y míos. Esa grabación que además tiene al poeta canadiense Jon Cone como invitado, la realizamos en Iowa (USA, 2012) mientras yo participaba de la residencia para escritores del International Writing Program de la Universidad de Iowa. Son composiciones de poesía fónica, también hay algunas verbales en versión bilingüe (por ejemplo “Yin Yang”), todo en una línea experimental y lúdica en la que con Bennett nos entendimos de inmediato, como si hubiéramos trabajado juntos toda una vida. Lo maravilloso fue que muchas de ellas son primeras de puestas en voz improvisadas, que apenas contaron con lineamientos previos de arreglos vocales. El CD se publicó en mi país co-editado por Yaugurú/ Ayuí, y en Luna Bisonte (Ohio).
El otro trabajo bilingüe al que refieres es un libro: “Liquen/Lichen”, siendo ésta su tercera versión pero ahora traducido al Inglés por William Blair junto a Pablo Rodríguez Balbontin (Song Bridge Press, 2014). Tuve la ocasión de presentarlo en Nueva York, con la participación de la querida poeta y profesora Mariela Dreyfus (Librería McNally Jackson, enero 2015). En febrero lo presentamos en la mitica Librería Prairie Lights (Iowa City) en un recital inolvidable. Lo presentó la poeta y profesora Ana Merino, y la puesta en voz la hicimos junto con la joven Addie Leak, J. Cone y J.Bennett como invitados, y Nettie Vinsonhaler en arpa. Fue una de esas celebraciones de confluencia poética que disfruto gestar. Lo que concibo como “puesta en voz de la poesía” —para mí un concepto, una teoría surgida tras años de práctica en la perfomance poética— produce hechos. Hace que la gente, por ejemplo, perciba la existencia de un ritual propiciado por la palabra y por la voz, siempre que éstas tengas una elaboración artística. Si ocurre, entonces el poema es el que está propiciando esa ceremonia de experiencia vital, de reconocimiento del valor poético como vínculo.
Los trabajos de investigación sobre los poetas Ibero Gutiérrez (1949-1972) y Julio Inverso (1963-1999) son el resultado del estudio, compilación y puesta en circulación de sus obras, tanto las éditas como las inéditas, considerando que sus poéticas se cuentan, según mi entender crítico, entre las más sobresalientes de la poesía uruguaya de la segunda mitad del siglo XX. Por esto creo que merecen ser leídas, estudiadas y comprendidas en toda su dimensión estética. Es cierto que, en tal sentido, siempre me ha interesado ampliar los estrechos, y tantas veces caprichosos, límites de cualquier canon. Sobre este tema habría mucha tela para cortar, por supuesto.
Ana Paula Arendt: Lengualunfa, el trío que usted integra, presentó recentemente “La tinta de la Yunta” un CD, cuyo espectáculo se llevó a cabo en la Sala Hugo Balzo del SODRE de Montevideo. La combinación entre poesía y música me parece una elección muy feliz. ¡Cómo fue trabajar con Ale Tuana y Diego Cáceres en la composición? ¿Qué vino antes, la poesia o la música?
Luís Bravo: El título “La tinta de la yunta” refiere, justamente, a la indiscernible yunta de poesía y música, que es desde donde trabaja Lengualunfa. Esa cuestión indisociable en palabra, voz, sonido, musicalidad, que suele presentarse en la canción, nosotros la representamos en un registro en el que la voz actúa como un instrumento más pero sin cantar, o a medio camino entre decir y entonar. Además los textos no están rimados ni metrados, sino que son poemas de forma libre, cada uno con su ritmo particular. La forma de trabajo fue muy fluida. A veces un poema fue dando lugar a la música, a veces una sugerencia musical hizo que el texto se gestara. No usamos un método sino una comunión creativa donde palabras y sonidos van encontrando su cauce común. Es muy intenso y desafiante ese trabajo. Pronto estaremos difundiendo los videos del espectáculo que tuvo lugar el 27 de Julio pasado (2016).
Ana Paula Arendt: Sobre tu poesía. Tu estilo me parece resonar em ciertos aspectos de lo que en Brasil llamamos “poesía marginal”, hecha en los espacios urbanos y en las calles, cuya voz refleja sentimientos sin la artificialidad de una selección editorial mercadológica. Pero al mismo tiempo tampoco parece marginal en el sentido que es urbana y reconocida, moderna y presente en los círculos de los más jóvenes. ¿Cómo te defines? ¿Qué poemas podrías presentarnos a los que todavia no tuvieron acceso a tus CDs? Algo que refleje tu postura poética, en dos o tres poemas.
Luís Bravo: Por principio no me defino. No puedo ni quiero hacerlo. No escribo desde una postura, y mucho menos para satisfacer mercado alguno, el cual, de todas formas no existe hoy como tal para el género poético. Apenas si se encuentran libros de poesía escondidos entre los rincones de las librerías. En todo caso, su mercado casi no circula como mercancia de compra y venta sino como intercambio entre lectores y escuchas, en sítios donde los poetas leen y allí venden algunos ejemplares. En ese sentido, acaso hoy se puede decir que toda poesia es marginal.
En lo personal, cultivo la poesia en diferentes soportes y mi linguaje poético adopta, a la vez, muy diversos registros. Con todo, parece que igual hay un estilo que subyace como sustancia que me identifica. Por un lado, puedo llegar a montar complejos espectáculos multimediales en los que la poesia está en el centro. El cd/cdrom Árbol Veloz (1998, Trilce) algunos de cuyos vídeos pueden verse en sitio universitário de Nueva York
(http://www.bienaldepoesia-uruguay.org/museo/ ) fue pioneiro en reunir a 20 artistas (músicos, fotógrafos, pintores, animadores) y 10 técnicos en torno un teatrillo electrónico donde se podia navegar entre textos, áudios, y vídeos realizados por tan diversos artistas en torno a poemas de mi autoría. En otras ocasiones, la palabra está allí en la inscrpción para resistir, no solo al tempo sino a la voz. Es decir, que para mi la libertad formal y la creatividad de la palabra son las que deciden la dimensión a las que quieren llegar. Pueden ser expuestas en diferentes dimensiones, en lo escrito y en lo vocal, en lo sonoro fónico o en la mera visualidade gráfica, en el papel o en la voz, on stage/on page, dicen los angloparlantes.
Pero en mi concepto el poema no termina una vez que está impreso en la página, sino que ahí puede estar comenzando cada vez. Esse es el poema que está esperando la voz que lo lea y le dé vida, que lo haga suyo, que lo cambie incluso si es necesario. Lo que denomino la puesta en voz de la poesia implica que la voz no interpreta sino sale en busca de la raíz originaria, de algo que le dio origen. Ese imposible es, sin embargo, un reencuentro con sonoridades, con uma dimensión fónica incluso, que la palabra escrita no suele apreciar, pues su cometido es más semântico. Pero también hay una semântica del ritmo, de los sonidos, o hay meramente un discurso sonoro en sí. En esse instante la poesia y la música están en una similar dimensión. En definitiva, cultivo poéticas diversas entre sí, como al parecer lo ocorre a aquellos artistas que experimentan con los múltiples linguajes de manera creativa.
Aquí presento algunos textos de una serie inédita que acaso se titule “Poemas con poetas adentro”. Comienzo com uno que dialoga com la poesia brasilera en una intertextualidad lúdica.
"El Brasil *
El Brasil es un país tropical y maravilloso de América del Sur
limitado al norte por De Andrade, al sur por De Andrade,
al este por De Andrade,
al oeste por seis países de habla hispana que lo bordean
y no comprenden su lengua ni su alegría.
Las principales producciones de Brasil son:
Tupí or not Tupí, de De Andrade
Macunaíma, de De Andrade
Alguma poesía, de De Andrade
El Brasil cuenta con tres ciudadanos ilustres:
De Andrade, De Andrade, De Andrade.
Los otros habitantes se llaman a sí mismos
Oswald, Mário, Drummond,
pero todos responden al unísono al apellido De Andrade.
De Andrade es la única trinidad poética de América del Sur;
sus obras tricompletas aún no han sido publicadas
ni comprendidas en lengua española."
*
*En diálogo con el poema “O Uruguai” del poeta mineiro Murilo Méndes (1901-1975).
Inédito de Luis Bravo de la Serie “Poemas con poetas adentro”.
[Ana Paula Arendt: permito-me reproduzir o poema de Murilo Mendes para que melhor aprecie o leitor o poema de Bravo:
"O Uruguai
O Uruguai é um belo país da América do Sul, limitado ao norte por Lautréamont, ao sul por Laforgue e a leste por Supervielle.
O país não tem oeste.
As principais produções do Uruguai são… Lautréamont, Laforgue e Supervielle.
O Uruguai conta três habitantes: Lautréamont, Laforgue e Supervielle, que formam um governo colegiado. Os outros habitantes acham-se exilados no Brasil, visto não se darem nem com Lautréamont, nem com Laforgue, nem com Supervielle."]
"Mito y crónica circular de la poesía brasileña del siglo XX
En 1900 el niño Oswald de Andrade era un alumno destacado de la paulista Escuela Normal Caetano de Campos. También lo fue Mário de Andrade quien publicaría la inaugural Paulicea desvairada en la fantástica semana de 1922 en la que los de Andrade — ni hermanos ni parientes— vanguardizaban la antropofagia del arte sudamericano.
Hacia la mitad del siglo, en la capitana Río de Janeiro, los hermanos de Campos (Haroldo y Augusto) y Décio Pignatari vanguardizaron la arquitectura de los poemas. Desde la urbe de concreto proyectaron las figuras verbo-voco-visuales del Concretismo.
En 1969, en plena dictadura militar, el joven bahiano Caetano Veloso tuvo que exiliarse en el frío Londres. Dejaba en marcha el movimiento de la Tropicália, segunda dentición de la antropofagia brasileña. En aquel otro idioma, aún abierta la herida por la separación de los Beatles, Haroldo visitó a Caetano. Una de esas noches el joven escuchó por primera y única vez al veterano poeta recitar “Circuladô de Fulô”, un fragmento de la centelleante obra Galáxias (escrita entre 1963 y 1976) con la que de Campos revolucionó, por segunda vez, la proesía brasileña, según neologismo que Caetano utilizó para nominar al híbrido de la nova-constelación haroldiana.
En 1991, cuando junto a los restos del muro de Berlín caía el siglo corto, Caetano, ya un maestro entre los trovadores latinoamericanos, editó el disco Circuladô. Este incluyó aquel poema en que se celebraba la inventiva del lenguaje y del ritmo de los cantores nordestinos “na grande tradição oral dos trovadores medievais”, según palabras del propio de Campos, al presentarlo.
La cuestión parece mítica pero es histórica: Caetano y los hermanos de Campos prolongaron a lo largo del siglo la transformación poética que Oswald y Mário de Andrade comenzaron, habiendo hecho estos sus primeras letras en la Escuela Caetano de Campos.
Posdata:
De esa misma Escuela egresó también Sérgio Buarque de Hollanda, historiador y sociólogo pionero, padre del compositor Chico Buarque; más ese es outro cantar de la misma historia. "
*
Inédito de Luis Bravo, de la Serie “Poetas sin poemas adentro”.
"Lobo en el Café
Ayer, antes de ir a la filmación en el Sorocabana soñé con Mascaró. Llegaba de Suecia. Era un Huésped. Su comentario fue “estuve fumando el mismo cigarrillo durante 10 meses”.
En torno a una pequeña mesa redonda recorrida por arterias violetas y venillas de mármol tiene lugar una partida de ajedrez. Me parece claro que son las piezas del tablero las que mueven a los dos viejos sentados a cada lado del tablero. En verdad reina en la escena un sospechoso silencio escultural, como si el conjunto fuese una puesta en escena de la pieza “el truco” del escultor Nantes, pieza que actualmente se halla desperdiciada en el edificio presidencial de la Res pública.
Marosa y su cabellera venusina, con vestido de organdí y velos soplados por Céfiro, está parada sobre el enorme nácar de una concha marina. Así se la puede ver en las estampitas que ofrece una niña harapienta.
De un momento a otro ella volará desde la silla vienesa, alentada desde arriba por el ventilador de techo, haciéndole de alas el despliegue granate de su larga cabellera. Aparecerá en otra mesa simplemente, sin que nadie se percate del veloz cambio de sitio. Lleva el rostro lamido de polvos blancos como una santa, pero los labios impregnados en tinta negra, como un demonio.
De pronto, se ve una máscara oteando por sobre las cabezas de los habitués. La máscara avanza sin detenerse en los típicos bigotitos, ni en los cuellos cenicientos de las camisas de los jugadores inmóviles.
Acaso esta noche Marosa se presentará de tacones altos, con el atuendo vibrante de la reina de los tucu-tucu, o actuará en el escenario del país de las sombras, moviendo con disimulo y maestría la energía de sus papeles crujientes. Papeles de espejos blandos para el soñante.
El de la máscara era Lobo. Llegó de incógnito a la filmación. Pidió un café con leche. Lleva los ojos pintados de verde, y por debajo unas ojeras añil.
El mozo almidonado y estricto como un alfil, está junto a la mesa de los jugadores sosteniendo en la palma de su mano derecha una gran bandeja circular, en la que solo falta la cabeza del Bautista. Farfulla algo y se retira con un gesto enojado. Con la punta de la servilleta blanca que cuelga de la bandeja como un cuchillo, voltea al Rey de las Negras. Pero nadie se mueve ni hace el menor gesto para socorrer al Rey caído sobre el embaldosado blanco y negro.
Para romper el hielo le pregunto a Lobo si las tomas de ayer le conformaron, si le parece que todo está saliendo bien, si se espera lluvia en Brujas para el rodaje del fin de semana. Las tres preguntas resuenan a la vez como si las hubiera pronunciado un pulpo en una cámara de eco.
— Falta menos —dice Lobo con voz impostada, de cuento—. Ahora todo depende de la conjunción Plutón-Marte —agrega, mientras mira por el ventanal que da a la calle Yí —.
Suena a mezcla explosiva...—digo, imaginando a tremendos dioses alzados en armas.
Sí, y ¡ojo! Plutón se enfurece cuando entran en su órbita— afirma con aire de animal sabiondo—.
Tras presentir la contienda astrológica mis ojos quedan prendados de las pequeñísimas bujías que rodean las columnas románicas que sostienen a la Catedral del Café. Arriba los ventiladores giran con parsimonia sus aspas de molino colgando boca abajo.
Justo ahí llegó Marosa. Se hace un silencio largo como la cola de un vestido de novia gótica. Ella está parada afuera, ante la puerta giratoria. Al rozar el ventanal con con el hombro izquierdo una O de cartón blanco de las que allí cuelgan se le mete de contrabando en la cartera de charol que trae entreabierta.
Entra y sale varias veces por la puerta como en una lenta calesita. Juega, se diría. Pero no sonríe. Ya está ahí, muda y estática en medio del Café.
Sus ojos de gato miran el cablerío y los focos del set, como si se tratara de un valle invadido por hongos cromáticos en el que las serpientes atraviesan de lado a lado, sin entender porqué las han sacado de su hábitat mítico.
No saluda a Lobo. De hecho, finge no conocerlo. Se sabe, Ella nunca habla cara a cara con quienes la han visto en otra dimensión. Marosa es reservadísima en sus secretos. Y los tiene a granel. Pero jamás hizo negocio con esa cosecha.
Por su parte, Lobo se deleita devorando a la Reina negra como si fuese de chocolate.
Ahora en el ventanal de entrada puede leerse un extraño anuncio religioso:
SOR CABANA.
Atrás del mostrador, el mozo que todo lo ve, prepara una taza con rubíes incrustados. Mientras baja la manivela a chorro de la cafetera —como si del motorman de un tren antiguo se tratara— grita a viva voz “sale express para la mesa tress”, arrastrando por demás el sonido de las eses.
No sé si él motorman del Café lo sabe, pero a partir de su anuncio de partida todo lo que allí acontezca será parte de un nuevo episodio de la Serie “Los papeles salvajes”. Se dice que Marosa sigue soñando los guiones de la misma, desde una huerta salteña que la luna llena ilumina cada X años.
Habrá que estar atentos a los calendarios del Códice."
*
* Lobo, título del video guionado por Roberto Mascaró y filmado por Eduardo “Pincho” Casanova, en 1989, a partir de textos de Marosa di Giorgio. El Café Sorocabana de la calle Yi, al cual Marosa concurría diariamente, fue una de las locaciones de la filmación.
Inédito de Luis Bravo, de la Serie “Poetas sin poemas adentro”.
Ana Paula Arendt: En Uruguay hay una producción muy prolífica, tanto literaria como poética – no son pocos los buenos escritores tanto en la capital cuanto en el interior—. Me maravilló leer a Juan Cunha, Esther de Cáceres, Rafael Courtoisie, Circe Maia. Pero estos son poetas líricos y académicos, mientras tu estética me recuerda la de los grupos de Rock, lo que me parece inédito en latinoamérica. Al mismo tiempo eres un literato reconocido por obras críticas, como "Voz y palabra: historia transversal de la poesía uruguaya: 1950-1973”. Dime, ¿encontraste dificultad en que tu poesía y tu estética fueran aceptadas por el público uruguayo? ¿Cuáles son los retos y hallazgos todavia por alcanzar en la poesía en Uruguay? ¿Te sientes solo, o hay artistas y otros poetas en Uruguay, Argentina, Brasil, E.E.U.U, con quienes compartes tus estéticas ?
Luís Bravo: Me parece saludable tu distinción entre literatura y poesía; varias veces me he planteado que, por su naturaleza anfibia entre lo oral y lo escrito, la poesía excede el restrictivo término de la “litera”, que parece referir a los diseños tipográficos en los que la letra se imprime, para quedar allí fija y hacer historia. La historia de lo escrito incluso, si bien duradera, es sólo una mínima porción de los acontecimientos; casi siempre registrada por los vencedores. De eso las culturas latinoamericanas sometidas por los imperios conquistadores deberían haber aprendido mucho. En cuanto a lo que dices de los poetas académicos, me permito discrepar. Juan Cunha, es una de las voces más innovadoras de la poesía uruguaya. Sus obras en vida lo demuestran pero sus obras póstumas lo confirman: fue un poeta experimental y muy por fuera de los cánones de cualquier academia formal. Fijate que una poética como la de Circe Maia, tan sutilmente vinculada al cordial diálogo con el lector, mediante registros que parecen coloquiales, nunca se encasilla en retóricas artificiosas, sino que logra ser honda y clara incluso cuando bucea en lo filosófico. Yo diría que los verdaderos y grandes poetas uruguayos, empezando por el Conde de Lautréamont y por Julio Herrera y Reissig (tatarabuelos eternamente jóvenes que en lo personal celebro), y llegando hasta aquí cerquita con Marosa Di Giorgio, por ejemplo, siempre han estado adelantados a su lectorado. Ese sí es un tema.
En cuánto a lo personal que me preguntas, no soy yo quien debe responderlo. Espero que algo de lo que he producido en diversos campos, en poesía, performance, ensayos, pueda ser de recibo para otros, pero realmente no lo sé. Nunca ha sido fácil ser uno mismo, con su singularidad creativa, en el campo estético, eso te lo puedo asegurar. Sí tengo afinidad con muchos otros creadores de otras latitudes, y mantengo un intercambio fluido con muchos de ellos. Con otros sólo el intercambio de receptor. Sería muy largo nombrar a todos, y siempre queda alguien que olvidas, así que prefiero simplemente decir que considero existe un corpus poético de muy significativa calidad en la poesía de las tres américas actualmente. También en Europa, Asia y en África, donde tengo amigas poetas que mucho admiro. Hoy la globalidad también existe para estrechar esos vínculos, aunque rechazo el oportunismo del mero marketing que en ese mismo soporte se produce. Hay que aprender a convivir con los pro y los contra de la globalidad.
Ana Paula Arendt: Y en Brasil, ¿qué le parece el trabajo de los poetas brasileros que se asemejan al tuyo? ¿Hay alguno que te inspire o te toque en particular? ¿Y poetas en general, cuales son tus preferidos, cuales formaron tus influencias?
Luís Bravo: En Brasil hay una tradición a la que me siento profundamente agradecido. Desde Oswald de Andrade, pasando por los Concretistas, esos gestores de la última gran vanguardia del continente. De hecho, tengo un poema fónico de celebración de Augusto de Campos (en el CD Areñal). También Drummond, y J. Cabral de Melo Neto; y esa poeta en prosa que para mí es Clarice Lispector. Entre los trovadores Caetano Veloso es para mí la voz cuya obra poético-musical representa lo más refinado que se ha producido en el siglo XX en América Latina; no es una hipérbole lo que digo, así lo pienso. Le siguen actualmente dos voces con quienes me siento muy cercano: en lo perfomático-vocal Arnaldo Antunes, y en un registro órfico, yunta de poesía-música, Lenine, hoy el que más logra inspirarme y emocionarme, poéticamente hablando.
Ana Paula Arendt: Sobre tu trabajo de arqueología poética jamás he visto un trabajo tan precioso; me pareció sobre todo generoso de tu parte rescatar a esos poetas, Julio Inverso e Ibero Gutiérrez. Transcribo con su permiso un par de poemas para ilustrar:
“Es una
la noche
de a pedazos
caída
de su madre
madera
de sexos
ignorados
oscura
de aviones
lujosos
conquistando
nuevos mundos
de Miami
a Nueva York
donde lo grande
es um ice-cream
redondo
y racional
chorreando
el gusto oculto
de mi luna
caída
de su madre
madera
de sexos
ignorados.
(Ibero Gutiérrez, “Obra Junta”, p. 77).
Transcribo de “Diario de un agonizante”, un fragmento del poema “Salmo para vestir la luz”, de Julio Inverso:
“todo ocurrirá al amanecer
como lo resume tu biblia”,
y
“colibri en la sombra amarilla y giratoria de los planetas
Quinceañera cándida que naciste mujer
Y tiraste el verbo como una inútil cáscara”.
***
¿Cómo encontraste al trabajo de eses dos poetas? A tu ver, ¿ellos escriben para un lector o escribieron para consumir su propia poesia? La poesía era uno de los pocos recursos disponibles en las situaciones políticas complicadas en que vivieron?
Luís Bravo: Son dos poetas de épocas muy diferentes, I. Gutiérrez escribió entre 1965 y febrero 1972. En tan poco tiempo y siendo tan joven dejó una obra poética, dramática y de escrituras del yo (diarios íntimos y de viaje), reflexiones filosóficas y culturales cuyo legado pertenece a la mejor literatura uruguaya y es a lograr esa conciencia en nuestra historia cultural que estoy dedicado. El escribe en muy variadas circunstancias, pero incluso la cárcel (estuvo detenido como preso político en 1970) le permitió utilizar su creativa imaginación y sus precoces estudios filosóficos para escribir textos de extraordinaria factura estética, como el extenso poema “Impronta 70”, y el libro “Celda 256/279”. Comencé a trabajar en su archivo gracias a la querida profesora de literatura Laura Oreggioni, que me invitó a organizar y publicar el material inédito en 1985. Trabajamos unos 7 años y publicamos dos antologías. A partir de 2008, retomé ese trabajo ya solo, y he publicado recientemente “La pipa de tinta china: escritos carcelarios 1970” donde rescato otros de sus textos escritos en la circunstancia carcelaria. Pero la escritura de I.Gutiérrez no está anclada ni circunscritpa a las condiciones ni a la coyuntura sino que es una obra de vuelo poético que se instala en las líneas de la neo-vanguardia, de la contracultura vernácula (poco conocida) y de los sueños insurgentes del 68 internacional. I.Gutiérrez murió sin haber publicado una sola línea de su vastísimo archivo. Y es conocido como un mártir estudiantil. Pero su obra es la de un extraordinario y precoz poeta.
La obra de Julio Inverso se escribe aproximadamente entre 1985 y 1999. Publica cuatro libros de poemas en prosa en vida, durante la década del 90. Es un agitador de la escena cultural de lo que he denominado la “movida contracultural” (1985-1994), primero como graffitero en la Brigada Tristán Tzará, y luego también como integrante de otro grupo iconoclasta a inicios de los 90, “La torre maladeta”. Cuando se suicida, deja una serie de obras escritas en prosa, un premio de narrativa que nunca publicó y muchos otros textos y librillos dispersos que fue regalando a sus amistades. La editorial Vintén Editor fue publicando muchos de esos textos inéditos dando cuenta de la riqueza de su escritura aún por conocer. Pero fue el joven profesor e investigador Marcos Wassem el primero que ordenó todo ese material. En contacto con su madre, Miriam Cueto, incansable difusora de la obra de su hijo, surgió la necesidad de darle unidad a todo el material de disperso. Así fue que la editorial Estuario me propuso, a mí y a Miriam, la compilación lo más completa posible de todo ese material que hacia 2010 era de muy difícil acceso a nivel de un lectorado amplio. Yo ya había trabajado en la confección final de un libro inédito, al que encontré el título de “Traje de noche y otros salmos para vestir la luz” (2006), y había publicado una aproximación crítica a Inverso en mi libro “Escrituras visionarias” (2007). Al leer todo su archivo, y recabar su obra dispersa, la dimensión de su escritura se me reveló con toda la potencia que tiene. Propuse una edición anotada en dos libros, uno de prosas y otro de poesía, aunque en el caso de Inverso esta división es difícil de hacer pues todo está atravesado por un sesgo poético. Pero él mismo había hecho una distinción al firmar algunos textos como “novela” o en el formato cuento que es evidente en los textos de su personaje y alter-ego Juan Morgan. Así salieron Los papeles de Juan Morgan, prosas (2011) y “Las islas invitadas”, poesía (2013). Hay más materiales de Julio para elaborar pero quien tiene aún la mayoría de su obra inédita, a pesar de los dos libros publicados es Ibero Gutiérrez. Sobre él trabajo actualmente en dos proyectos.
Ana Paula Arendt: Bueno. Gracias por tu presentación, tus respuestas y te felicito por tu obra. Que tenga muy êxito en nuevos libros y presentaciones, Luís, les aguardo ansiosamente. Espero que puedas visitarnos en Brasil.
Luís Bravo: Gracias a ti por tu interés y lo mejor para tu escritura también. Será un placer visitarte algún día en Brasil.